Las destrezas y habilidades de enseñanza y los materiales son apropiados a la edad del estudiante. Se realizan adaptaciones y modificaciones con el objetivo de incrementar la participación de ellos en diversas actividades. Las actividades deben ser funcionales, esto quiere decir que tenga un significado para el alumno, un “para qué”.
La Metodología de trabajo tiene dos vertientes complementarias entre sí y que favorecen el desarrollo de la comunicación (central en el proceso de aprendizaje), las cuales son:
- La anticipación como base de implementación de un sistema comunicativo, alternativo y/o aumentativo.
- Medios alternativos y aumentativos de comunicación lo más apropiados posibles para cada niño.
Al estudiante se le ofrecen métodos o formas comunicativas que le permiten relacionarse con el mundo que lo rodea. Para ello se utiliza una metodología específica, calendarios con objetos concretos de uso rutinario como forma de anticipación de las actividades realizadas durante la jornada y Lengua de Señas Chilena, como lenguaje alternativo o lengua nativa. El enfoque utilizado en la institución es el propuesto por Van Dijk, que se basa en el movimiento.
El trabajo se centra en el conocimiento de las «necesidades individuales» de cada estudiante, ya que cada uno tiene sus propias características, intereses, capacidades, fortalezas y debilidades, frustraciones y motivaciones, que en sí mismas nos permiten entenderlo. La familia del estudiante, es parte fundamental en la vida de la persona con retos múltiples y miembro fundamental del equipo del niño o joven. Con la familia se realizan talleres de mapeos comunicativos, lengua de señas chilena, taller social y taller psicológico.